Los rompecabezas (en inglés “jigsaw puzzles”) son hoy en día uno de los tipos de juegos de mesa más populares del mundo. Combinan entretenimiento, descanso y ejercicio mental. Sin embargo, pocas personas saben que la historia del desarrollo de los rompecabezas se remonta a varios siglos y que los rompecabezas fueron creados originalmente no para diversión, sino como una herramienta educativa.
Orígenes: siglo XVIII y los primeros rompecabezas
La historia de los rompecabezas comienza aproximadamente en la década de 1760 en Inglaterra. El cartógrafo John Spilsbury, que trabajaba como grabador y profesor de geografía, creó el primer rompecabezas. Pegó un mapa del mundo en una tabla de madera y lo cortó en piezas siguiendo las fronteras de los países con una pequeña sierra manual. Así nació el primer rompecabezas educativo, una especie de herramienta que ayudaba a los niños a aprender geografía. Este tipo de rompecabezas se conocía como “dissected maps” (mapas diseccionados).
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En ese momento, los rompecabezas se fabricaban exclusivamente en madera y su objetivo principal era educativo. Se vendían en escuelas y colecciones privadas, pero se consideraban un lujo accesible solo para familias adineradas.
Siglo XIX: desarrollo y popularidad
En el siglo XIX, los rompecabezas comenzaron a ganar popularidad gradualmente. Se empezaron a crear no solo para niños, sino también para adultos. Los temas de las imágenes utilizadas para los rompecabezas se ampliaron: desde mapas geográficos hasta ilustraciones de libros, obras de arte y escenas de la vida cotidiana.
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Durante este período, los rompecabezas seguían siendo relativamente caros, ya que la fabricación en madera requería mucho trabajo manual. Sin embargo, su función educativa y su potencial de entretenimiento hicieron que los rompecabezas fueran un pasatiempo de moda entre la aristocracia y la clase media.
Principios del siglo XX: producción en masa
Un punto de inflexión en la historia de los rompecabezas fue el siglo XX. La cartulina comenzó a reemplazar la madera, lo que redujo considerablemente los costos de producción. Esto hizo que los rompecabezas fueran accesibles para un público mucho más amplio.
Entre 1900 y 1930, los rompecabezas se convirtieron en un popular entretenimiento familiar. Surgieron las primeras fábricas especializadas en su fabricación. Durante esta época, se hicieron populares las imágenes ilustrativas grandes, desde paisajes hasta carteles publicitarios.
Durante la Gran Depresión en Estados Unidos, los rompecabezas fueron especialmente demandados. Eran una manera económica de pasar tiempo en familia, distraerse de los problemas y ejercitar la mente.
Segunda mitad del siglo XX: la edad de oro de los rompecabezas
Después de la Segunda Guerra Mundial, la producción de rompecabezas alcanzó un nuevo nivel. Las tecnologías de impresión y corte se volvieron más precisas, lo que permitió crear imágenes brillantes y detalladas.
Surgieron empresas como Ravensburger (Alemania), Springbok (EE. UU.) y otras marcas que establecieron estándares de calidad para los rompecabezas. En las décadas de 1960 a 1980, los rompecabezas se convirtieron en uno de los pasatiempos más populares del mundo. Los fabricantes comenzaron a experimentar con el número de piezas, las formas y a crear colecciones temáticas.
Actualidad: rompecabezas digitales y nuevos formatos
En el siglo XXI, los rompecabezas han mantenido su popularidad. Hoy en día, existe una gran variedad de opciones:
- Rompecabezas clásicos de cartón - desde pequeños sets hasta gigantes con decenas de miles de piezas.
- Rompecabezas 3D - modelos de edificios, globos terráqueos y otras figuras tridimensionales.
- Rompecabezas con formas inusuales - contornos no estándar y recortes temáticos.
- Rompecabezas en línea - versiones digitales que se pueden ensamblar en computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes.
Los rompecabezas volvieron a ganar gran popularidad durante la pandemia de COVID-19, cuando millones de personas en todo el mundo buscaban formas de entretenerse en casa y distraerse.